Oratorio Virgen del Parque
Arquitecto: Gonzalo Mardones Viviani
Iluminación: Paulina Sir
Año: 2011
Una cinta de hormigón levitando sobre la superficie adoquinada permite crear una banca corrida que frente a la presencia de la Virgen acoge a 9 ofrendas mayores y 27 ofrendas menores las cuales se insertan en los pliegues de hormigón visto.
Arriba está el cielo. Los pliegues de hormigón se muestran como un gesto humano con el que la arquitectura acoge un lugar de recogimiento, un lugar de cobijo, un lugar de reencuentro dentro del parque.
Según su arquitecto, el lugar se abre como un diálogo desde el amor de María a los pies de la Cruz. El Cerro Manquehue es el telón de fondo que se contrasta con el cielo.
Se accede a través de una rampa de 16 metros de largo con un 12% de pendiente para llegar al oratorio memorial. En el centro geométrico se plantó un Magnolio, este árbol es el único de la naturaleza que tiene nueve hojas en cada una de sus flores.
La obra fue construida desde la altura, soterrándose y abriéndose hacia el cielo a través de un cono de hormigón de nueve metros de diámetro. Nueve linternas en módulos de novenos simbolizan a las nueve niñas que partieron tempranamente. Es la presencia de la luz divina, de la luz vertical la que permite gravitar las formas de hormigón armado, sus contornos, sus planicies, posándolos en el parque de manera de hacer presente la dimensión del cielo. En otras palabras, la interiorización del cielo y de su luz en el centro de gravedad de la tierra.